INSTITUCIONES
Antonella Cavallari
Secretaria General IILA – Organización Internacional Ítalo-Latino Americana
La cuestión de la sostenibilidad en nuestra manera de vivir y de producir ha llegado a tal punto que se ha convertido en algo crucial e ineludible. Debemos corregir nuestros modelos para que sean compatibles con el respeto al planeta tierra y cada uno de nosotros, desde nuestros sectores de actividad, puede y debe contribuir a que la transición hacia un desarrollo sostenible culmine lo más rápidamente posible.
En este contexto la IILA, la Organización Internacional Ítalo-Latinoamericana, desde hace años está orientando sus iniciativas, no sólo en el ámbito económico y en el de fomento de la investigación científica, sino también en el sector cultural, consciente de que es necesario apoyar este proceso cambiando también la mentalidad. ¿Y qué mejor instrumento que la cultura para que se produzca este cambio? Cultura en sentido amplio, claro está, entendida como herramienta para difundir entre los ciudadanos nuevos - y posibles - modelos virtuosos, para llamar su atención sobre los mensajes positivos, para contribuir a crear el consenso indispensable sobre la necesidad de que se produzca una transformación “verde”. Se trata de proyectos concretos, de pequeñas “vitrinas” de buenas prácticas, que a su vez se nutren de los estímulos que emergen de un amplio panorama de actividades: debates, contribuciones científicas y exposiciones temáticas que celebran el arte, la fotografía y la arquitectura como instrumentos del conocimiento y de la reflexión.
Y la arquitectura es sin duda una forma de arte y de cultura, que en un contexto como el latinoamericano, donde más del 80% de la población vive en las ciudades, cobra mayor relevancia. ¿Qué es lo que hace que una ciudad sea sostenible, qué soluciones puede ofrecer la arquitectura? Dar una respuesta viable a estas preguntas ineludibles es el objetivo de la exposición “América Latina, vivir en la contemporaneidad. Visiones de arquitectura sostenible”, que ofrece la posibilidad de presentar al público italiano – y no sólo italiano, puesto que estamos planeando su futura itinerancia por otros países – las nuevas perspectivas de la arquitectura contemporánea latinoamericana, capaz en muchos casos de reelaborar técnicas ancestrales para proponer soluciones ultramodernas a algunos problemas que a menudo son causa del cambio climático.
Quiero agradecer por tanto a la Arquitecta Paola Pisanelli Nero – a quien hemos elegido como curadora de esta exposición – su buen criterio a la hora de seleccionar un número significativo, tanto en calidad como en cantidad, de estudios de arquitectos que fueran capaces de presentar proyectos realmente en concordancia con este espíritu. No ha sido tarea fácil, pero el resultado es notable y absolutamente acorde con el objetivo, de IILA y de nuestro socio CAF – banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, con quien compartimos, dentro de las posibilidades y responsabilidades de cada uno, la fuerte voluntad de impulsar un modelo de vida más sostenible. Y es de justicia agradecer su imprescindible aportación a la Dirección General para la Cooperación y el Desarrollo del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional italiano (MAECI).
Por lo que se refiere al montaje de la exposición – un viaje “inmersivo” con bajo impacto ambiental y fácil de repetir en otros lugares – deseo agradecer al responsable de la Secretaría Cultural de la IILA Jaime Nualart por su sensibilidad artística y de contenido que ha sido muy valiosa.
Quiero expresar mi agradecimiento especial al Embajador de Brasil Renato Mosca por haber acogido con entusiasmo nuestra propuesta de llevar a cabo la primera presentación de la exposición en los prestigiosos salones del Instituto de Cultura brasileño, a quien también le agradezco su excelente colaboración. Hemos propuesto esta “localización” porque estamos convencidos de que en el ámbito de la arquitectura moderna Brasil representa un referente fundamental, que encaja perfectamente con el compromiso del Gobierno brasileño con la sostenibilidad. Sabemos muy bien que en 1992 el mundo se dio cita en la Conferencia ONU de Río de Janeiro sobre medio ambiente y desarrollo. Allí se adoptaron los dos primeros acuerdos multilaterales importantes (la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático y el Convenio sobre la diversidad biológica) y que posteriormente, en 2012, se celebró la Cumbre Río+20, donde se llegó a alcanzar – aunque no hubo muchos avances en la ejecución de los acuerdos – un importante consenso sobre un número limitado de Objetivos de Desarrollo Sostenible orientados hacia la acción, concisos y fáciles de comunicar, ambiciosos, globales y universalmente aplicables a todos los países, que tenían en cuenta las distintas circunstancias de cada uno de ellos, sus capacidades y sus niveles de desarrollo y prioridades nacionales.
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Queremos pensar que esta exposición, que ha encontrado un hogar en tierra brasileña, es una etapa más de esa misión internacional y universal que en Río de Janeiro ha vivido dos fases fundamentales en la toma de conciencia de la importancia de la sostenibilidad para salvaguardar nuestro planeta.
Sergio Díaz-Granados
Presidente Ejecutivo CAF - banco de desarrollo de América Latina y el Caribe
Desde su fundación en 1968, la acción de CAF – banco de desarrollo de América Latina y el Caribe - ha tenido un impacto directo en el desarrollo sostenible de sus países miembros a través de sus diferentes instrumentos de financiamiento de crédito y cooperación técnica. Conformada por 21 países y 13 bancos privados, con activos por más USD 50 mil millones –– CAF es una plataforma que amplifica la voz de la región en los principales espacios de decisión a nivel global.
América Latina y el Caribe es la segunda región más urbanizada del mundo. En nuestra región, el acelerado proceso de expansión urbana que ha experimentado en las últimas décadas ha generado un contexto complejo. Por un lado, millones de personas han podido alcanzar sus aspiraciones y necesidades viviendo en las ciudades. Por otro, el débil acompañamiento a esa creciente demanda y la ausencia de una adecuada planificación urbana y territorial, y la falta de una adecuada provisión de servicios de infraestructura y vivienda, han generado consecuencias negativas en el nivel de vida de las personas y en el medioambiente.
Estos problemas impactan a su vez en el acceso a derechos fundamentales en la ciudad, como son: la salud, la educación, la igualdad, la seguridad y los beneficios de los servicios urbanos.
La región cuenta con un importante déficit general de infraestructura social y económica, lo que se evidencia en una brecha que viene incrementándose en diferentes sectores. Los niveles promedio de desigualdad en la región no variaron significativamente durante las últimas décadas, a pesar de los diversos avances promovidos por los países.
No solo somos una región eminentemente urbana, con un stock histórico de edificios e infraestructuras con bajos niveles de sostenibilidad y eficiencia energética, sino que nuestras ciudades siguen en proceso de expansión. A nivel global, se estima que el 60 % del stock de edificios e infraestructuras que existirán en el 2030 aún está por ser construido. Somos conscientes, además, de que en América Latina las ciudades intermedias son las que crecerán en mayor medida en los próximos años y por ende las que generarán una mayor demanda de viviendas, oficinas, e infraestructura. El gran desafío es identificar de qué manera llevar adelante esos procesos y gestionar una oferta creciente de edificaciones sin afectar el medio ambiente, a la vez que acompañamos el proceso de crecimiento económico y de inclusión social, tan necesario para nuestra región.
A pesar de los enormes desafíos que presenta el modelo actual de urbanización de nuestro continente, desde CAF creemos que América Latina y el Caribe es una región que presenta particularidades territoriales que la convierten en terreno fértil para la emergencia de nuevos paradigmas de desarrollo sostenible. Algunas de las ventajas comparativas para impulsar esta transición están relacionadas con aprovechar la riqueza biológica en términos de biodiversidad y agro-diversidad que se correlacionan con la diversidad lingüística y cultural de nuestra población. El territorio latinoamericano incluye todos los tipos climáticos y cuenta con grandes reservas de agua dulce a nivel mundial. La cultura y la biodiversidad, bien gestionadas, pueden convertirse en catalizadores de una transformación sin precedentes en términos de productividad, calidad de vida y proyección de un futuro más sostenible, sin exclusión.
Esta determinación se tradujo en 2022 en la aprobación, por parte de los países miembros de CAF, del incremento patrimonial más grande en la historia del banco, con el mandato de apoyar una agenda de crecimiento en conformidad con los desafíos sociales y medioambientales de la región. Nuestro banco va en camino de convertirse en el Banco Verde y de la Reactivación Económica de América Latina y el Caribe, con metas ambiciosas pero coherentes con la urgencia de una región cada vez más golpeada por los efectos de la acción humana. Entre ellas, fomentar la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible del capital natural y el incremento de la resiliencia climática.
Por ello, celebramos los lazos virtuosos con IILA y estamos agradecidos de formar parte de la exposición "América Latina, vivir en la contemporaneidad. Visiones de arquitectura sostenible", con quienes hemos contribuido con cuatro proyectos destacados y muy diversos entre sí. No cabe duda de que esta oportunidad nos ayudará a reflexionar sobre cómo generar ciudades y comunidades más verdes, justas y prósperas, que permitirán mantener un equilibrio entre la regeneración ambiental, la resiliencia social y la prosperidad económica.
Renato Mosca
Embajador de Brasil en Italia
En la 18ª Bienal de Arquitectura de Venecia, Brasil fue honrado con el prestigioso León de Oro a la mejor participación nacional, un reconocimiento sin precedentes y de valor extraordinario. “Tierra”, así se llamaba la exposición que se podía ver en el pabellón de Brasil y cuya magistral curaduría corrió a cargo de Gabriela de Matos y Paulo Tavares, debe este reconocimiento a su capacidad de explorar nuestro pasado arquitectónico y de entrelazarlo con nuestro futuro, poniendo el foco en la relación entre arquitectura y suelo. La noticia oficial se dio en la ceremonia de premiación de la edición 2023 de la exposición internacional, titulada “El Laboratorio del Futuro” - de la que fue curador Lesley Lokko - que subrayaba el focus brasileño en la investigación y creación arquitectónica, orientado por las filosofías y por los imaginarios de las poblaciones indígenas y negras, y que atendía en particular a los métodos arquitectónicos tradicionales de estas poblaciones, caracterizados por el uso sostenible del suelo.
En el debate sobre sostenibilidad Brasil tiene credenciales sólidas. Además de ser país anfitrión de las conferencias de 1992 y 2012, de poseer una de las matrices energéticas más limpias del mundo y una de las legislaciones ambientales más avanzadas, y de contar con instituciones de vigilancia y control como el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) y el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y de Recursos Naturales Renovables (IBAMA), Brasil ha procurado constantemente reducir la deforestación, por ejemplo a través del relanzamiento del “Plan de Acción para la Prevención y el Control de la Deforestación de la Amazonia Legal”. Además, el país demuestra su compromiso con un enfoque multilateral del tema anunciando que Belém do Pará, una ciudad enclavada en la Amazonia brasileña, en 2025 será sede de la 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), en la que se pondrá énfasis en la adaptación y mitigación. La postura de Brasil ha sido siempre la de juntar el debate ambiental con el desarrollo económico y social, y está basada en la clara definición de los tres pilares del desarrollo sostenible (económico, social y ambiental). La extraordinaria conquista de 2023 en Venecia es la demostración del ingenio, de la diversidad y de la profundidad de nuestra cultura y de nuestro profundo compromiso encaminado hacia una sostenibilidad plúrima e inclusiva.
La sostenibilidad es un elemento fundamental en la arquitectura de Brasil y de toda América Latina. Esta región, que se conoce por su diversidad geográfica y cultural, ha desarrollado unos enfoques únicos que reflejan el profundo vínculo que hay entre concepciones arquitectónicas y realidades locales. En el transcurso del tiempo, la arquitectura latinoamericana ha ido incorporando principios de sostenibilidad, como una forma de ajustarse a los desafíos contemporáneos. El uso de material local, la sensibilidad hacia la cuestión climática y la innovación en la conservación de la energía se han convertido en signos distintivos de esta arquitectura, demostrando el compromiso duradero para la armonía entre cuestiones medioambientales y sociales.